Activo desde 1923, marca la entrada al Río Guadiana, frontera entre España y Portugal. Está localizado en el lado oeste del río, en la Estrada da Mata, cerca de los astilleros locales, en un amplio recinto poblado de pinos. Tiene 40 metros de altura y un alcance de 33 millas.
Para completar el día me dirigí al Pego do Inferno, en la parroquia de Santo Estevao, a unos 40 kms desde Vila Real y a 7 kms de Tavira. Se trata de una cascada natural en medio del campo en la ribeira da Asseca, convertido en zona natural protegida.
Me costó algo de trabajo encontrarlo, porque está en medio del campo, rodeado de huertas, pero pude localizar el puente de madera desde la carretera. Para llegar, hay que coger la carretera nacional N125, bordear Tavira sin llegar a pisarla, pasando también por encima del río Gilão que la atraviesa, y a pocos kms hay una rotonda grande que te dirige al poblado de Santa Margarita cogiendo la primera vía a la derecha de la rotonda, que es una pequeña carretera, la EN270. Continuamos y nada mas pasando dicha localidad (es un grupo de pequeños chalets) nos metemos la primera a la derecha dirigiéndonos a la autovía Infante de Sagres, que cruzaremos y continuamos recto unos cuantos de kms hasta llegar a un cruce con una casa abandonada haciendo esquina en la parte derecha, continuamos un poco mas y veremos los parkings habilitados de la zona.
La gente salta a la poza (hay unos 7 mts de profundidad) y lo curioso es que nada mas iba bajando al lugar empecé a escuchar voces de españoles (de mi ciudad seguramente, Sevilla está a 170 kms de aquí, no precisamente cerca), que efectivamente habían monopolizado la poza para poder saltar uno tras otro sin parar, mientras el resto de la gente, la mayoría portugueses del lugar, miraban desde la orilla de enfrente, callados, el ruidoso espectáculo... ¡Es que no se nos puede sacar a ningún lado!
Fuente: Lighthouses of Southern Portugal
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