domingo, 14 de septiembre de 2014

Algar de Benagil (Lagoa)

Hace unos dos años estuve por la Praia da Marinha haciendo el Percurso dos Sete Vales Suspensos, y me fijé en que a través de uno de los algares (pozos) del recorrido se podía observar esta cueva impresionante, así que en la vuelta de un fin de semana en Lagos decidí acercarme a Benagil y alquilar un kayak para visitar el lugar.

Al llegar a la pequeña pero coqueta cala de Benagil, pregunté el precio de los kayaks. 15 euros me dijeron, algo caro, pero pasear en barco costaba lo mismo y en éste uno no puede ir a su aire. Como la cueva está cerca de la playa, el trayecto también se puede hacer a nado (siempre que estés en buena forma física), pero yo tenía el handicap de llevar la cámara, por lo que tuve que desechar esa opción. Me decidí entonces por alquilar el kayak y me dieron un saco estanco, donde metí mis cosas, mi cámara, y me senté a esperar mi turno. Pero mi trayecto fué un poco más "agitado" de lo que esperaba ...

Para empezar, se me olvidó el chaleco salvavidas, y cuando ya iba en dirección a mi objetivo, vino a mi encuentro a toda prisa un muchacho en una lancha para dármelo, advirtiéndome que era necesario ponérmelo. En segundo lugar, me pasé de cueva, y pregunté a un marinero que trabajaba en un yate allí fondeado, que me confirmó el error de mi trayectoria, por lo que tuve que volver atrás, ¡me había pasado de gruta!. 

Respecto al tiempo de la visita, tengo que comentar que es preferible pagar un poco más y disfrutarlo de verdad, ya que esto es algo que se hace pocas veces en la vida... Y es que entre que encuentras la cueva, haces la foto y retornas al punto de partida, la hora se te pasa volando. Pienso que es mejor pagar más (o echar más tiempo y hacerlo a la vuelta, que se puede) y disfrutar con más tranquilidad en la gruta. 

Por último decir que, al subir al kayak para volver, la playa de la gruta tiene una fuerte pendiente, y las olas que traen las lanchas cargadas de turistas tampoco ayudan a montarte tranquilamente. De hecho cuando yo intenté montarme me vino una de esas olas y me caí del kayak golpeándome en piernas y espaldas. Hay que tener cierto cuidado. 

El lugar es bastante grande, y la sensación es sobrecogedora. El tiempo se te pasa volando. Es un lugar realmente hermoso que merece la pena disfrutarlo con calma. Aquí van algunas de las imágenes.

Algar de Benagil



Algar de Benagil

Algar de Benagil

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