Praia da Ursa |
Esta vez tocaba enseñarle a un buen amigo las maravillas de nuestro país vecino, las cuales él también conoce, pero no las de esta zona en concreto. Estas mini vacaciones consistieron básicamente en visitar el Cabo da Roca y las impresionantes praias aledañas (Adraga, Ursa y praia Grande), e ir al Parque de las Naciones de Lisboa para visitar el Oceanario. Fue un fin de semana corto, pero intenso...
El hotel en que nos alojamos fue el Sarrazola House, perteneciente a la localidad de Colares, y próximo a las playas que pretendía visitar, de ahí su eleccion. Se trata de un hotel escuela donde enseñan a futuros empleados, y aunque no es un lugar para tirar cohetes y necesita cierta remodelación, no es un sitio desagradable: es limpio, tranquilo, ofrece buen desayuno, su precio por noche no era caro (50€) y las vistas de la sierra de Sintra al abrir la ventana por la mañana, invitaban a disfrutar pronto del lugar.
La primera tarde fuimos a la impresionante playa de Adraga para darnos el primer chapuzón y por la noche cenamos en la playa das Maças, otro hermoso rincón portugués, vecino de Azenhas do Mar, y lugar de nacimiento del grupo musical The Black Mamba. Mi amigo se empeñó en invitarme a comer en uno de los restaurantes turísticos del lugar (el Restaurante Océano, en plena avenida principal, con pinta de clavada). El lugar era acogedor, con ventanales, y buen vino branco, y decidimos pedir cataplana para cenar. Según mi amigo, la cataplana parecía haber estado congelada, y no me dijo nada hasta que nos la terminamos, para no quitarme las ganas, ¡y porque le había costado una pasta!, aunque a mí no me desagradó, comí con gusto. Eso sí, por los licores que pedimos al final nos cobraron un pastón un dinero excesivo...
Cataplana supuestamente precongelada |
Al día siguiente fuimos al Cabo da Roca, el punto más occidental del continente europeo, y bajamos a Ursa. Nuestro intención inicial era hacer la ruta de senderismo PR 7 SNT Cabo da Roca de 10 kms que recorre la zona, pero preferimos gastar las energías en bajar a ver la impresionante y salvaje Ursa...
Vistas de la costa desde el Cabo da Roca |
Parte izquierda de la praia da Ursa... El paraiso hecho playa. |
En nuestro segundo día, tuvimos la suerte de encontrar cerca del hotel, en Varzea de Colares, un restaurante donde ponernos como el kiko a buen precio, el restaurante Varzea (restaurante-grill con fantásticas carnes a buen precio), para dirigirnos despues al moderno Parque de las Naciones de Lisboa, para visitar el Oceanario. A mi amigo, más viajado que yo, le sorprendió la modernidad de dicha zona de la ciudad, bien aprovechada desde la Expo del 98, a diferencia de las instalaciones que dejó la Expo 92 en la nuestra, algunas en situación de abandono todavía, 25 años después.
Pez luna (Mola Mola), la estrella del lugar por su extraño aspecto |
Y la mañana del tercer y último día, antes de volver, aprovechamos para ver la última de las playas cercanas, praia Grande, de ambiente surfero, donde se estaba celebrando una prueba clasificatoria de kitesurf. Nosotros dimos un paseo por la playa y aprovechamos para subir las escaleras que hay al final de esta, donde pudimos contemplar las hermosas vistas del lugar.
Escadas à praia. A la izquierda, en la pared, se encuentran unas pisadas de dinosaurio |
Praia Grande |
Y aquí terminó nuestro periplo. Otro año más tengo la fortuna de poder visitar estos maravillosos rincones portugueses, y esta vez además bien acompañado. Una última cosa... Después de esta escapada decidí aprender de manera autodidacta la lengua portuguesa.
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