Azenhas do Mar

Antes de dejar el hotel mi último día en Lisboa, tuve una conversación con el amable recepcionista, que me confesó ser natural de Sintra, y que se sorprendió cuando le comenté que conocía las playas de su ciudad, ya que según él pocos turistas que visitan Lisboa se dirigen después a aquella parte, por lo que me recomendó, si tanto me gustaba esa zona, una playa, en la cual yo no había estado (ni había oído hablar) y a la cual él decía que solía ir a pescar: Praia de Aguda.

Mi intención era ver el zoo de Lisboa, pero la tentación de volver a aquella costa (ya había estado el día anterior) era para mí mucho mas grande, así que, sin poder resistirlo, ya tenía la excusa perfecta para volver: a las 9.30h de la mañana ya estaba marchando en aquella dirección de nuevo...

Localizé la playa después de dejar el coche y entre campos y cañaverales. Pero mejor que la Praia de Aguda es lo que yo sabía que había a continuación (y había decidido posponer para una próxima visita), el bonito pueblo de Azenhas do Mar. A la llegada existe un mirador con aparcamiento para contemplar las vistas del pueblo, pero como las obras son para el verano, no se podía ver el pueblo en su totalidad, por lo que, sin que me vieran los obreros, entré en ella y conseguí llevarme esta imagen.

Azenhas ("molinos de agua" en portugués, los cuales existían en esta localidad, de ahí su nombre) tiene una piscina de agua oceánica en su playa, como se observa en la imagen, y en sus campos de alrededor se cultiva vino de Colares (nombre del municipio al que pertenece Azenhas)... ¡Otro increíble y encantador lugar de la costa portuguesa!